NOTA INFORMATIVA DE ECOEMBES ANTE EL INFORME DE GREENPEACE

Las acusaciones vertidas contra Ecoembes en el reciente informe de Greenpeace nos preocupan fundamentalmente por el riesgo de desincentivación de un hábito medioambiental tan arraigado en la sociedad como el reciclaje. Todas las acciones desplegadas por esta organización durante los días posteriores a su publicación -desde la pegada de carteles en contenedores de reciclaje de toda España desanimando a reciclar hasta el envío masivo de mails presionando a ayuntamientos, asociaciones y empresas- tienen una intención muy clara: generar desconfianza social en la gestión del reciclaje de envases, recurriendo para ello a información errónea, intencionada y muy alejada de la realidad de nuestro país. No olvidemos que esta nueva acción se circunscribe en un momento legislativo especialmente relevante en el que los estados miembros de la UE, incluido España, están en pleno proceso de trasposición a su normativa nacional de las directivas sobre gestión de residuos y envases.

Llegado a este punto, necesitamos despejar las dudas en torno a las principales acusaciones de esa organización contra el actual modelo de reciclaje. Pero antes es importante que recordemos un punto de partida clave: toda la actividad de Ecoembes está completamente regulada y sometida al control y certificación de la administración pública, de principio a fin y sin ninguna excepción. Esta misma autoridad pública tiene en su poder la capacidad de investigar y sancionar las malas praxis: en 23 años que Ecoembes lleva desarrollando su labor medioambiental a través del reciclaje en España, esto no ha ocurrido en ninguna ocasión.

En este sentido, y muy al contrario de lo que apunta Greenpeace, durante todos estos años hemos introducido en toda la cadena de reciclaje aún más controles y protocolos de los legalmente requeridos por la ley que nos han permitido consolidar un modelo basado en la coordinación y la trazabilidad como señas de identidad. Por cierto; en varias ocasiones durante los últimos años Ecoembes ha ofrecido a Greenpeace la posibilidad de auditar las cifras de su actividad, analizar los datos y despejar dudas técnicas o metodológicas, sin ninguna respuesta por su parte.

Estamos seguros de que si dejamos claro este concepto de control y trazabilidad pública al que está sometida la gestión de los residuos de envases domésticos en España se entenderá mejor tanto la labor medioambiental que lleva desarrollando Ecoembes en España durante los últimos 23 años como el documento que presentamos a continuación.

 

Sobre transparencia y trazabilidad

 

  • Desde hace más de un año Greenpeace insiste en confundir a la opinión pública, mezclando la parte con el todo y los flujos doméstico, comercial e industrial cuando afirma que en 2016 el “reciclaje de envases plásticos se situaría en el entorno del 25%, muy lejos del porcentaje de reciclaje global de envases ligeros del 77,1% publicitado por Ecoembes”. [1] De partida, los envases ligeros incluyen además del plástico, el papel/cartón; metal y madera, de modo que estas tasas se refieren a cosas distintas y son comparadas para inducir al error.

  • Greenpeace ha motivado titulares falsos en prensa y redes sociales como el siguiente de la Agencia EFE: “La organización ecologista Greenpeace ha denunciado este jueves que apenas se recupera algo más del 25 por ciento de los residuos de envases y embalajes, lejos del 77 por ciento de los residuos del contenedor amarillo que aseguran los sistemas de gestión de estos materiales[2]” Greenpeace manipula a la opinión pública sabiendo que ésta ignora la diferencia entre “envases de plástico” y “envases ligeros” y las obligaciones de Ecoembes respecto a los flujos domésticos, comercial e industrial.

  • Greenpeace llega a una tasa de reciclado del 25,4% “extrapolando”, por aproximación, sin precisar exactamente qué toneladas componen su numerador ni denominador. Desde que publicó su informe “maldito plástico” con datos de 2016, tampoco ha sido capaz de actualizar esta cifra, lo que demuestra una metodología precaria. Greenpeace asegura que la cantidad de envases domésticos enviados a vertedero superan las cifras oficiales en base a 3 caracterizaciones [3], frente las 378 caracterizaciones hechas para redactar el PEMAR, y las más de 9.000 caracterizaciones que encarga Ecoembes anualmente.

  • Por otra parte, el 77% de la tasa de reciclado publicada por Ecoembes se refiere a envases ligeros de origen doméstico sobre el total de envases ligeros adheridos al sistema mediante el pago del punto verde. Esta tasa es el resultado de los datos reportados por las entidades locales, gestores autorizados y empresas, de acuerdo con los requisitos legales vigentes (Normativa específica de envases y Real Decreto de Traslados), y que Ecoembes trasladada puntualmente al MITERD para su consolidación y remisión a Eurostat, tal y como confirmó el Gobierno en respuesta a pregunta escrita del Diputado por Santa Cruz de Tenerife, Sr. Torres Herrera con fecha 11 de octubre de 2018 [4].

  • En cualquier caso, con relación al debate de los datos, por supuesto hay margen de mejora. [5] La revisión de nuestro marco normativo nos ofrece una gran oportunidad para resolver el debate en torno a las cifras de residuos. Desde Ecoembes confiamos en que la puesta en marcha de un único Registro de Producción y Gestión de Residuos y Registro de Productores junto con las autorizaciones y comunicaciones de las actividades de producción y gestión de residuos otorgadas por las comunidades autónomas contribuirá a mejorar la calidad de los datos y su oficialización.

  • Para Ecoembes es absolutamente prioritario despejar toda duda sobre los datos en la gestión de residuos y para ello venimos ofreciendo nuestros datos y colaboración al MITERD y al resto de las administraciones públicas. Así mismo trabajamos en un nuevo Portal de Transparencia abierto. En este mismo sentido, hemos tratado de establecer una colaboración con Greenpeace, a quien hemos ofrecido la posibilidad de auditar todas las cifras de Ecoembes, política de libros abiertos, y toda nuestra colaboración para analizar los datos y despejar cualquier duda técnica y metodológica, sin ningún éxito.

[1] https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2019/03/reciclar_no_es_suficiente.pdf pag.43

[2] https://www.efeverde.com/noticias/greenpeace-espana-solo-recupera-25-plasticos/

[3] https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2019/03/reciclar_no_es_suficiente.pdf p.20

[4] http://www.congreso.es/entradap/l12p/e11/e_0114192_n_000.pdf

[5] https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52018SC0425&from=EN

 

Sobre incendios en las plantas de reciclaje:

 

  • Dentro de su campaña, Greenpeace apunta que desde 2012 “por fuentes conocedoras del sector, que unas 35 plantas de las 267 siniestradas aparecen en los últimos listados de recuperadores y recicladores homologados por el sistema integrado de gestión de residuos de envases ligeros (Ecoembes). El material ardido puede, por tanto, tratarse de material comprado a Ecoembes y que se contabilizó como reciclado en sus estadísticas.”

  • Es rotundamente falso que Ecoembes contabilice como reciclado ningún material siniestrado. El uso del hipotético “puede” subraya hasta qué punto esta campaña sólo busca dañar la imagen y reputación de Ecoembes.

  • Los Recuperadores/Recicladores homologados, adjudicatarios de material deben acreditar a Ecoembes su trazabilidad hasta su reciclado final: la entrada en fundición, en el caso del Acero y Aluminio, la producción de escama limpia y granza y justificación de venta de producto en este grado de terminación o superior, en el caso del PET [6] y del resto de fracciones plásticas y la entrada en fábrica de papel en el caso del papel/cartón y del cartón para bebidas y alimentos.

  • En cualquier caso, es preciso tener en cuenta que no todo lo que entra a un reciclador es material adjudicado por Ecoembes (también hay materiales de otros flujos, recortes comerciales, etc.), pero cuando es de Ecoembes está sujeto a procedimientos y es 100% trazable. Todos nuestros procedimientos, así como todas las auditorías de trazabilidad externas, están a disposición del Ministerio, y Ecoembes está más que dispuesto a analizar posibles mejoras.

  • Aunque los siniestros afectan a una gran diversidad de instalaciones y residuos y no se puede generalizar, Greenpeace cita al Seprona sobre que “un 15% de estos incendios son intencionados” sugiriendo quizás que son precisamente los siniestros en plantas homologadas los que son intencionados. En cambio, no hay ninguna mención a que la Fiscalía General del Estado en su memoria de 2019 concluyese que no se ha detectado que los incendios correspondan a algún tipo de actuación organizada o coordinada [7].

    Y en relación con esta cuestión en fin, no puede desconocerse que lo habitual es que, en las convocatorias realizadas por Ecoembes para la adjudicación de los residuos de envases, los recuperadores adjudicatarios pagan una cantidad que, como resultado del propio proceso de competencia inherente a la convocatoria en régimen de concurrencia, está fijada en función del precio que esperan obtener por el producto fabricado tras el proceso de reciclado, por lo que es evidente que si la instalación se incendia antes de la finalización del proceso, lo adjudicatarios lo que obtienen es una pérdida de ingresos, nunca un beneficio.

  • Ecoembes ofrece toda su colaboración para erradicar cualquier mala praxis. En cualquier caso, es preciso decir que no hemos recibido ninguna notificación o requerimiento por parte de las CC.AA. en ese sentido, pero reiteramos nuestra disposición, ahora y siempre, a colaborar para acabar con ellas.

[6] https://www.ecoembes.com/es/recicladores-y-recogidas-fuera-del-hogar/residuo-municipal/trazabilidad-en-el-proceso-de-reciclaje

[7] https://www.fiscal.es/memorias/memoria2019/FISCALIA_SITE/index.html Epígrafe 3.2.5.1.1

 

Sobre el modelo de negocio:

 

  • Greenpeace inventa un supuesto negocio oculto en el modelo Ecoembes:No es una organización medioambiental, es una sociedad anónima que gestiona millones de euros cada año” cuando Ecoembes es una entidad sin ánimo de lucro por ley, su forma jurídica es la sociedad anónima sin ánimo de lucro -por ser la más regulada legalmente desde el punto de vista de la gobernanza y que permite una mayor agilidad en la toma de decisiones- y su objeto por Estatutos es “1) el diseño y organización de sistemas encaminados a la recogida selectiva y recuperación de residuos de envases y embalajes, para su posterior tratamiento y valorización, en cumplimiento de las normas legislativas Estatales y Autonómicas (…) y 2) La colaboración financiera y de asesoramiento técnico, con las Administraciones Públicas españolas, para la introducción, desarrollo y perfeccionamiento de sistemas de recogida selectiva de residuos” [8].

  • Resulta incomprensible que a pesar de las graves acusaciones e insinuaciones vertidas contra Ecoembes, Greenpeace termine su informe demandando “apoyar e incentivar la implementación de políticas públicas como las de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), para reducir la cantidad de plásticos y otros materiales de un solo uso que se ponen en circulación.” Hay dos formas de cumplir con la RAP, individual y colectivamente. Por tanto, la existencia de los Sistemas Colectivos de la RAP (SCRAPs), como Ecoembes, no responden a un interés lucrativo, ni negocio, al contrario, son esquemas que procuran atender de la forma más eficiente los costes que entraña el cumplimiento de sus obligaciones legales de la RAP.

  • No es cierta la afirmación de que “quien pone el plástico en el mercado y en el medioambiente, es quien gana dinero con su gestión como residuo”. Ecoembes facilita y audita el cumplimiento de las obligaciones de la RAP, unos 500 millones de euros anuales de gastos operativos del sistema, transferidos a las Administraciones Públicas por los costes de la recogida y selección de envases. La venta de material para su reciclaje no resulta en un ingreso ni para las empresas ni para Ecoembes, con ella solo se logra una aminoración de los gastos cercana al 10% de los mismos [9].

    El hecho de que Ecoembes abone anualmente a los Ayuntamientos “en torno” a 500 millones de euros, no implica, que ésa sea la cantidad que Ecoembes obtiene por la adjudicación de los residuos de envasesseleccionados en las plantas de clasificación; muy al contrario, el grueso de los ingresos de Ecoembes (“en torno” al 90%) provienen de las aportaciones que realizan los envasadores por cada producto envasado que ponen por primera vez en el mercado nacional, por lo que los ingresos por la adjudicación de materiales solo estarían “en torno” al 10% de la citada cantidad [10].

    Y en lo que se refiere a los ingresos por la adjudicación de residuos de envases, en puridad tienen un efecto neutro debido a que tal actuación es realizada por Ecoembespor cuenta y en nombre del ente local titular de la planta de clasificación (único propietario de tales materiales y, por tanto, beneficiario de su posible valor económico, según dice expresamente la normativa de envases) solo si así se ha acordado expresamente en el convenio (lo que no ocurre siempre) y bajo las condiciones fijadas en el mismo. Y, en tales casos, esos ingresos que obtiene Ecoembes implican que debe hacer unas mayores aportaciones económicas a los Entes locales por lo que, como decimos, el efecto es totalmente neutro.

  • Greenpeace atribuye a Ecoembes un interés en la proliferación de envases de un solo uso, “el plástico es la fuente de negocio de Ecoembes, es decir, a más envases en el mercado (y en el medioambiente), más dinero, más negocio”, ocultando que este problema afecta por igual a países con distintos sistemas de gestión y que se trata de un problema global y complejo. Por ejemplo, Greenpeace cita a Alemania como ejemplo por su implantación del SDDR, pero oculta que en Alemania la generación de envases de plástico ha aumentado un 16,5% en los últimos 10 años y que el porcentaje de envases reutilizables se ha reducido del 72% al 42% desde 1997 a 2017, a pesar de la introducción del SDDR [11].

  • Greenpeace afirma que Ecoembes “no fomenta el ecodiseño,” cuando el Informe del Tribunal de Cuentas Europeos precisamente reconoce que los SCRAP han logrado importantes avances en ecodiseño [12]. En España, los Planes Empresariales de Prevención regulados por el R.D. 782/1998 han supuesto la introducción de más de 48.000 medidas de prevención, ahorrando un total de 528.700 toneladas de materia prima y evitando la emisión de 1.430.500 toneladas de CO2.

  • Es más, desde TheCircularLab estamos desarrollando herramientas de información y medición que permitan la eco-modulación del punto verde. Además, estamos probando una herramienta de ecodiseño que denominamos PackCD, que de forma similar al código de letras y colores que nos informa de la eficiencia energética de los electrodomésticos, nos permite calificar los envases en función de una serie de variables que ayuden a las empresas a mejorar el impacto ambiental de sus envases y avanzar en su reciclabilidad en función de una serie de recomendaciones de mejora y puntos críticos.

[8] https://www.ecoembes.com/sites/default/files/inline-files/corporativo/ecoembes/estatutos_ecoembalajes_2019.pdf

[9] https://www.ecoembes.com/sites/default/files/inline-files/corporativo/ecoembes/Informes-anuales/2018-informe-anual-completo.pdf

[10] https://www.ecoembes.com/sites/default/files/inline-files/corporativo/ecoembes/Informes-anuales/2018-informe-anual-completo.pdf

[11] https://www.umweltbundesamt.de/en/press/pressinformation/further-decline-in-2017-of-reusables-share-in

[12] https://www.eca.europa.eu/es/Pages/NewsItem.aspx?nid=14481, pag. 26.

 

Sobre exportaciones y adjudicaciones:

 

  • Es importante comprender que los envases ligeros gestionados por el sistema son tratados por recicladores que poseen el título de gestor de residuos autorizado por la Comunidad Autónoma correspondiente y homologados adicionalmente por Ecoembes según estrictos criterios ambientales, legales, de calidad y laborales que garantizan su correcto tratamiento a lo largo de todo el proceso.

 

  • En este sentido, Ecoembes asegura de forma adicional a la administración (que es la única responsable de otorgar las autorizaciones de gestores) que los recicladores disponen de capacidad técnica necesaria para reciclar los envases.

 

  • Este proceso, junto con las auditorías externas de trazabilidad de los residuos depositados en el contenedor amarillo, garantizan que se hayan reciclado y transformado en nuevos productos, de tal manera que, si se identifican incumplimientos en el proceso de reciclado de envases por parte de cualquier reciclador, Ecoembes le retiraría automáticamente su homologación y, por lo tanto, se rescindiría su contrato.

 

  • Greenpeace acusa a Ecoembes de haber seguido adjudicando material a seis empresas homologadas y sancionadas por el almacenamiento irregularmente en la localidad de Utiel. En este caso, hay que decir que la administración responsable de otorgar las licencias de actividad es el Ayuntamiento de Utiel, y del título de gestor autorizado de residuos, la Comunidad Valenciana, y que ninguna de las dos administraciones comunicó oportunamente a Ecoembes responsabilidad directa en la gestión de estos materiales.

 

  • Por último, Ecoembes se opone de manera tajante al tráfico ilegal de cualquier tipo de residuos a cualquier lugar del planeta y reitera su disposición a perseguir cualquier irregularidad. Para ello, es indispensable que el nuevo marco normativo realice una definición clara de los roles y las responsabilidades de cada uno de los agentes implicados, con la finalidad de que cada uno asuma las responsabilidades que tiene atribuidas en función de aquello sobre lo que tiene capacidad de actuación.                  Sin perjuicio de lo anterior, en todo caso hay que distinguir dos supuestos claramente diferentes. En primer lugar, el envío de residuos de envases a otros países (y particularmente a países terceros) está permitido siempre que la normativa de dichos países establezca una exigencias ambientales similares a lasde la UE y que, como es obvio, el traslado se haga cumpliendo las exigencias establecidas en la normativa sorbe traslado transfronterizo de residuos; y, en tal caso, tanto la normativa española como la europea dejan claro que los residuos de envases se entenderán reciclados en el país de origen, es decir, en este caso, en España. Y, en segundo lugar, otro supuesto muy distinto es el envío a otros países del producto resultante tras el proceso de reciclado de los residuos de envases, lo que ya no está sometido a ningún tipo de restricciones de carácter ambiental, debido a que ya no se trata de traslado de residuos, sino de productos.

 

Sobre la incineración:

 

  • La normativa de envases vigente en España establece objetivos de reciclado y objetivos de valorización, admitiendo un máximo del 5% de valorización que puede cubrirse a través de la valorización energética, siendo el resto del objetivo cubierto por reciclado; dando absoluta prioridad al reciclado tal como establece la jerarquía de residuos.

 

  • Por otra parte, la decisión de aplicar un tratamiento a través de la valorización energética es competencia de las Administraciones públicas, que deben cumplir lo previsto en el artículo 2 de la Ley 22/1997: “incluida la incineración con recuperación de energía, sin poner en peligro la salud humana y sin utilizar métodos que puedan causar perjuicios al medio ambiente”.

 

  • España es uno de los países europeos que tienen un porcentaje más bajo de valorización energética, un 13% frente a una media en la UE del 29%. Países como Alemania, Dinamarca o Suecia, valorizan energéticamente el 32%, 35% y 42% respectivamente, según datos de Eurostat para 2016.

 

  • La valorización energética de envases en 2019 representó menos del 5% del total de envases adheridos a Ecoembes. Eso no impide a Greenpeace dedicar un capítulo de un informe titulado “Ecoembes miente” a la incineración y afirmar sin ningún tipo de pudor que el “reciclaje que propone Ecoembes es quemar los residuos para ahorrarse un dinero”.

 

Sobre el modelo SDDR:

 

  • Greenpeace pone en entredicho el valor del hábito medioambiental del reciclaje mediante la difusión de información carente de rigor y muy alejada de la realidad en España para acabar proponiendo como principal solución imponer obligatoriamente por ley un SDDR, una alternativa con la que se podría gestionar entre un 1 y un 2,3% del total de 22 millones de toneladas de residuos municipales que actualmente son gestionados por el contenedor amarillo denostado por Greenpeace.

  • Greenpeace demanda el SDDR “como puerta necesaria para volver a disponer de envases reutilizables” y de nuevo oculta que, en Alemania, país que Greenpeace cita como caso de éxito, el SDDR se emplea crecientemente para reciclar, ya que el porcentaje de envases reutilizables ha caído del 72% al 42% entre 1997 y 2017 a pesar de la introducción del SDDR. [13]

  • Ecoembes ha analizado muchas posibilidades de evolución del modelo, incluido el SDDR, concluyendo que aquí y ahora sus costes serían altísimos y su aportación sería mínima. Para empezar, el SDDR representa una solución parcial a una fracción minoritaria de los residuos municipales que ya se recuperan y reciclan por encima de sus objetivos legales. En segundo lugar, el SDDR propuesto no garantiza la reutilización sino el reciclaje y por tanto no aporta nada nuevo. En tercer lugar, el SDDR implica una serie de costes sociales, económicos y ambientales cuya contribución puede no justificar y que deben ser analizados, idealmente a través de un análisis de ciclo de vida [14].

  • Un SDDR en el mejor de los casos podría incrementar 0,2%-1,5% [15] (incluyendo vidrio) la tasa global de reciclaje a un coste elevado. A modo de referencia, en la memoria del análisis de impacto normativo del anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados, el Gobierno estima que son necesarias inversiones por un total de 2.459 millones en 15 años. Pues bien, la FEMP calcula que la implantación del SDDR requeriría una inversión inicial de 1. 398 millones de euros y a lo que habría que sumar un coste anual, que en Alemania es de 800 millones de euros. Precisamente, en un informe reciente sobre la gestión de los envases plásticos en la UE, el Tribunal de Cuentas Europeo cuestiona la relación coste/beneficio de implantar un SDDR. [16]

  • Por último, llama la atención que Greenpeace se apresura a desdeñar RECICLOS, sin conocerlo en detalle, ya que RECICLOS es un Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) que permite evolucionar el modelo incorporando, mediante I+D y desarrollos tecnológicos españoles, el uso de incentivos de forma compatible con el actual sistema de contenedores amarillos [17].

[13] https://www.umweltbundesamt.de/en/press/pressinformation/further-decline-in-2017-of-reusables-share-in

[14] http://femp.femp.es/files/3580-1545-fichero/presentacion%20SDDR%2015_03_2017_v00.pdf

[15] https://www.esci.upf.edu/es/catedra-unesco-de-ciclo-de-vida-y-cambio-climtico/estudio-ariadna p.229

[16] https://www.eca.europa.eu/es/Pages/NewsItem.aspx?nid=14481, pag.29.

[17] https://www.ecoembes.com/es/el-proceso-del-reciclaje-de-envases/reciclos

 

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