El uso del contenedor amarillo creció en Castilla La Mancha un 15,1% y el del azul un 5,8% en 2020 a pesar de la pandemia

  • Este crecimiento ha sido posible gracias al mayor compromiso ciudadano y al mantenimiento durante de la pandemia de la recogida selectiva municipal como actividad esencial.
     
  • Durante el año pasado, cada ciudadano castellanomanchego depositó 14,3 kg de residuos en el contenedor amarillo y 12,5 kg de papel y cartón en el contenedor azul.
     
  • El confinamiento y el parón de la actividad comercial provocó una reducción de la recogida selectiva en grandes eventos y centros de trabajo con respecto a 2019.
     
  • En 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras 57.459 toneladas de envases domésticos procedentes de los contenedores amarillos y azules de la calle, de recogidas selectivas en lugares de gran afluencia y de plantas de residuos municipales.

A pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del 2020 y que continúa en la actualidad como consecuencia de la Covid-19, el reciclaje de envases volvió a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad castellanomanchega. Así se desprende de los datos de participación ciudadana proporcionados por las 919 entidades locales que prestan el servicio de recogida de estos residuos en Castilla-La Mancha a Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro encargada de la gestión de los envases domésticos ligeros. Estas cifras confirman el crecimiento, un año más, en la cantidad de estos residuos que los ciudadanos depositaron en el contenedor amarillo (destinado a envases de plástico, latas y briks) y en el contenedor azul (papel y cartón).

Así, cada ciudadano castellanomanchego depositó 14,3 kg de residuos -un 15,1% más respecto al año anterior -en los 10.890 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik. Una cantidad que, durante los últimos cinco años, ha incrementado un 53% y que reflejan el creciente compromiso ciudadano con el reciclaje de estos envases.  Pero hay que seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares, ya que de los kilos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 3,6 kg fueron de residuos que no son envases.

Por su parte, la colaboración ciudadana con el reciclaje a través del contenedor azul creció un 5,8% gracias a que cada castellanomanchego depositó 12,5 kg de papel y cartón en los 9.451 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar sus envases. Una cifra que, durante los últimos cinco años, ha aumentado un 28%. Cabe destacar que, en los contenedores azules, además de envases domésticos, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comerciales y las revistas.

Además de a través de los contenedores azules y amarillos, los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón se recogieron en otros puntos de reciclaje, como los más de 2.400 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia (oficinas, estadios, hostelería y festivales, entre otros). También se recogieron envases domésticos ligeros en las plantas de residuos urbanos a las que se trasladan los contenedores de resto (un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, llegan cada vez menos envases).

En contraposición a la subida de la recogida selectiva en la calle, la reducción -e incluso la cancelación- de la actividad comercial, empresarial y de eventos a causa de la Covid-19 en los lugares de gran concurrencia, supuso una menor recogida de envases domésticos en estas ubicaciones. Por eso, y en total, gracias al esfuerzo y compromiso de la sociedad castellanomanchega, en 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras homologadas un total de 57.459 toneladas de envases domésticos para su posterior reciclaje, un 7,3% menos que el año anterior.

El viceconsejero de Medio Ambiente, Fernando Marchán Morales, ha agradecido a la ciudadanía de Castilla-La Mancha el compromiso que está demostrando en materia de reciclado de envases a lo largo de este último año pese a la excepcionalidad que se ha vivido por el Covid-19. “En un año atípico para todo el mundo, el reciclaje de envases se ha consolidado como una práctica medioambiental extendida en la sociedad castellanomanchega”, ha señalado.

“Sin duda y, a pesar del contexto de pandemia, el compromiso de la sociedad castellanomanchega con el reciclaje de envases domésticos se ha reforzado, convirtiéndose en el hábito ambiental más extendido entre los hogares castellanomanchegos”, indicó Antonio López, gerente de Ecoembes en la Castilla-La Mancha, quien ha añadido que “gracias al esfuerzo realizado por la Junta, los municipios y Ecoembes para promover la recogida selectiva y potenciar la economía circular en la región a través de la educación y la formación, el sistema de reciclaje se ha optimizado de manera constante. Seguiremos colaborando para convertir a la Castilla-La Mancha en una sociedad 100% recicladora”.

Con el objetivo de seguir consolidando el reciclaje en Castilla-La Mancha, Ecoembes participó a lo largo de 2020 en diversas jornadas formativas sobre economía circular en las que se abordaron temas como el modelo de reciclaje basado en la colaboración público-privada o la innovación como elementos de desarrollo futuro.

Gestión de los envases domésticos ligeros

La misión de Ecoembes, tal y como establece la Ley de Envases 11/97, es coordinar y financiar el ciclo del reciclaje de los envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón en España, con el objetivo de que estos residuos se recuperen y reciclen de manera eficiente y sostenible para garantizar su circularidad.  Los envases domésticos adheridos a Ecoembes suponen un 8% en peso del total de residuos municipales generados.

Tal como marca esta ley, Ecoembes cubre el coste eficiente de lo que supone para las 8.131 administraciones locales españolas prestar el servicio esencial de recogida selectiva y tratamiento de envases domésticos ligeros. Esta cantidad que reciben las administraciones locales procede tanto del pago del Punto Verde por parte de las empresas que ponen envases domésticos en el mercado español como de los ingresos obtenidos por la venta de materiales a instalaciones recicladoras.

Tanto la actividad de estos ayuntamientos como la de Ecoembes está permanentemente auditada por las autoridades públicas, - y reforzada por controles internos de Ecoembes- que mantienen un control estricto sobre las cantidades recogidas de los contenedores y posteriormente recicladas, a través de auditorías, análisis de composición de los residuos y controles de calidad de los mismos, inspecciones en plantas y auditorías de homologación de recicladores. En el último año se han realizado en nuestro país más de 14.000 auditorías y controles de calidad a lo largo de toda esta cadena.

[1] Los residuos cuyo reciclaje gestiona Ecoembes suponen un 8% de los residuos municipales que se generan en España (Fuente: Fundación Economía Circular) Diagnóstico y escenarios de cumplimiento de los objetivos de residuos municipales 2025 – 2030 - 2035

[2] Símbolo identificativo que garantiza que la empresa que pone ese producto envasado en el mercado cumple con Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases y ha abonado un importe económico para que el residuo de envase de ese producto se gestione correctamente.

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