El uso del contenedor amarillo creció en Navarra un 8,2% en 2020 a pesar de la pandemia

  • Este crecimiento ha sido posible gracias al mayor compromiso ciudadano y al mantenimiento durante la pandemia de la recogida selectiva municipal como actividad esencial.
     
  • Durante el año pasado, cada ciudadano navarro depositó 26,5 kg de residuos en el contenedor amarillo. El contenedor azul, por su parte, registró 41,6 kg de papel y cartón por habitante, lo que supone un ligero descenso del 1,9% respecto al año anterior.
     
  • En 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras 20.707 toneladas de envases domésticos procedentes de los contenedores amarillos y azules de la calle, de recogidas selectivas en lugares de gran afluencia y de plantas de residuos municipales.

A pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del 2020 y que continúa en la actualidad como consecuencia de la Covid-19, el reciclaje de envases volvió a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad navarra. Así se desprende de los datos de participación ciudadana proporcionados por las 272 entidades locales que prestan el servicio de recogida de estos residuos en Navarra a Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro encargada de la gestión de los envases domésticos ligeros [1]. Estas cifras confirman el crecimiento, un año más, en la cantidad de estos residuos que los ciudadanos depositaron en el contenedor amarillo (destinado a envases de plástico, latas y briks).

Así, cada ciudadano navarro depositó 26,5 kg de residuos -un 8,2% más respecto al año anterior - en los 6.784 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik y a través de los sistemas de recogida selectiva de puerta a puerta que los navarros tienen a su disposición. Una cantidad que, durante los últimos cinco años, se ha incrementado un 28% y que reflejan el creciente compromiso ciudadano con el reciclaje de estos envases.  Pero hay que seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares, ya que de los kilos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 5,4 kg fueron de residuos que no son envases.

Por su parte, la cantidad de residuos recibida en el contenedor azul disminuyó un 1,9%, depositando cada navarro 41,6 kg de papel y cartón en los 8.744 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar sus envases. Un descenso puntual ya que, durante los últimos cinco años, esta cantidad se ha incrementado un 8%. Cabe destacar que, en los contenedores azules, además de envases domésticos, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comerciales y las revistas.

Además de a través de los contenedores azules y amarillos y de los sistemas puerta a puerta, los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón se recogieron en otros puntos de reciclaje, como los más de 200 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia (oficinas, estadios, hostelería y festivales, entre otros). También se recogieron envases domésticos ligeros en las plantas de residuos urbanos a las que se trasladan los contenedores de resto (un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, llegan cada vez menos envases).

Por eso, y en total, gracias al esfuerzo y compromiso de la sociedad navarra, en 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras homologadas un total de 20.707 toneladas de envases domésticos para su posterior reciclaje, un 4,5% más que el año anterior.

La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra Itziar Gomez ha destacado que estos datos “confirman el compromiso ciudadano de la población navarra con la recogida selectiva y ponen de relieve la importancia del mantenimiento de este servicio como actividad esencial por parte de los servicios municipales durante todo este tiempo”.

Ha realizado también un reconocimiento expreso a “la ciudadanía y a todo el personal implicado en entidades locales y plantas de tratamiento por su trabajo en la correcta gestión de los residuos “, y ha calificado como “ejemplar” la implicación de las entidades locales de menor tamaño.

“Sin duda y, a pesar del contexto de pandemia, el compromiso de la sociedad navarra con el reciclaje de envases domésticos se ha reforzado, convirtiéndose en el hábito ambiental más extendido entre los hogares navarros”, indicó Fernando Blázquez, gerente de Ecoembes en Navarra, quien añadió que “a lo largo de este año se han desarrollado distintas colaboraciones con entidades como la Asociación de Empresarios de Comercio, Hostelería y Servicios del ensanche de Pamplona, para realizar acciones de sensibilización en cuanto a protección de medioambiente y recogida selectiva. Seguiremos colaborando para convertir a Navarra en una sociedad 100% recicladora”.

Con este objetivo de seguir consolidando el reciclaje en Navarra, a lo largo del pasado año se desarrollaron distintos proyectos orientados a la innovación en la sección de envases ligeros en la planta de Peralta, para convertirla en Planta 4.0, que han permitido desarrollar nuevos modelos de operación para optimizar la selección de materiales. Asimismo, se instalaron más de 400 nuevas papeleras en lugares como bibliotecas, polideportivos, centros de salud, colegios y sindicatos con el fin de seguir acercando el reciclaje a los navarros.

Gestión de los envases domésticos ligeros

La misión de Ecoembes, tal y como establece la Ley de Envases 11/97, es coordinar y financiar el ciclo del reciclaje de los envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón en todo el estado, con el objetivo de que estos residuos se recuperen y reciclen de manera eficiente y sostenible para garantizar su circularidad.  Los envases domésticos adheridos a Ecoembes suponen un 8% en peso del total de residuos municipales generados.

Tal como marca esta ley, Ecoembes cubre el coste eficiente de lo que supone para las 8.131 administraciones locales españolas prestar el servicio esencial de recogida selectiva y tratamiento de envases domésticos ligeros. Esta cantidad que reciben las administraciones locales procede tanto del pago del Punto Verde [2] por parte de las empresas que ponen envases domésticos en el mercado español como de los ingresos obtenidos por la venta de materiales a instalaciones recicladoras.

Tanto la actividad de estos ayuntamientos como la de Ecoembes está permanentemente auditada por las autoridades públicas, - y reforzada por controles internos de Ecoembes- que mantienen un control estricto sobre las cantidades recogidas de los contenedores y posteriormente recicladas, a través de auditorías, análisis de composición de los residuos y controles de calidad de los mismos, inspecciones en plantas y auditorías de homologación de recicladores. En el último año se han realizado en nuestro país más de 14.000 auditorías y controles de calidad a lo largo de toda esta cadena.

[1] Los residuos cuyo reciclaje gestiona Ecoembes suponen un 8% de los residuos municipales que se generan en el estado español (Fuente: Fundación Economía Circular)1 Diagnóstico y escenarios de cumplimiento de los objetivos de residuos municipales 2025 – 2030 - 2035

[2] Símbolo identificativo que garantiza que la empresa que pone ese producto envasado en el mercado cumple con Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases y ha abonado un importe económico para que el residuo de envase de ese producto se gestione correctamente.

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